Y es que resulta que el trasplante es una de esas labores a las que les tenéis bastante respeto. Desde mi punto de vista, trasplantar no es difícil pero hay que tener algunas cosas en cuenta para que salga perfecto.
Ya os he enseñado en el Club a trasplantar esquejes de agua a tierra, a trasplantar plantas que han crecido en semilleros al lugar definitivo y también a trasplantar una planta que había sufrido un exceso de riego. Pero hoy me voy a centrar en lo que a tod@s se nos viene a la cabeza cuando esta palabra sale a colación: el trasplante de una planta que se ha quedado apretada en su maceta, a un recipiente más grande. Incluso a podar las raíces de nuestras plantas para no tener que aumentar el tamaño de la maceta hasta el infinito.
En esta primera parte respuesta a algunas de las preguntas más frecuentes: ¿se puede trasplantar en cualquier momento del año? ¿Cuál es el mejor momento para hacerlo? ¿Cómo saber si una planta necesita un trasplante? ¿Qué síntomas presenta si no la trasplantamos a tiempo?
Y, la semana que viene, veréis 6 casos prácticos porque trasplantaré 6 plantas que, por diferentes motivos y con diferentes síntomas, necesitan ser cambiadas de maceta.
Os dejoo con la primera parte y, si os queda alguna duda, dejádmela en los comentarios y os la resulevo.
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Podéis dejarme vuestras dudas e inquietudes transplantiles en los comentarios 🙂
