Seguro que todos sabéis que los cactus crecen de forma natural en los desiertos. Así que, razonemos: los desiertos son zonas muy expuestas al sol. Apenas hay árboles que den sombra. Así que a la pregunta ¿Dónde coloco mi cactus? La respuesta sería: en una zona soleada de tu balcón, ventana o terraza. También sabemos que los desiertos típicos que nos vienen a la cabeza cuando pensamos en un cactus, son de arena. Así que, cuando decimos que a nuestros cactus les va bien un sustrato tirando a arenoso, no debería parecernos una novedad. ¿Cuánto lo riego? Esta pregunta tiene truco y hay que aplicar la lógica 2 veces. Porque no es lo mismo que una planta crezca libremente en el suelo y pueda expandir sus raíces en busca de agua, a que una planta crezca en una maceta. Las plantas en maceta se secan mucho más, y cuanto más pequeña sea la maceta, más se secarán. Pero sí que podemos deducir que un cactus hay que regarlo menos que otra planta.
Puede que a muchos este ejemplo os parezca demasiado obvio y generalista, pero por eso lo he elegido. Lo que pretendo con este ejemplo es que aprendáis a aplicar la misma lógica al resto de las plantas. Por supuesto que tendréis que aprender cosas para cuidar de vuestras plantas a la perfección, pero hacer este tipo de razonamiento os va a ayudar mucho, os lo aseguro.