Una de esas plantas que nos enseñan botánica
La Naturaleza se lució cuando diseñó la Passiflora. Llevo viéndola prácticamente toda mi vida y no me acostumbro. Y es que, cada vez que una flor de Passiflora se cruza en mi camino, tengo que pararme a mirarla. Y con el tiempo he descubierto que, además, esta es una de esas plantas que nos enseñan botánica. Por eso, en este post, quiero mostraros todos sus entresijos. Porque, cada una de las estructuras que forman parte de ella, está diseñada a todo detalle. Os enseñaré algunos órganos “extra” que tiene esta planta y os explicaré su flor parte por parte. Y comprenderéis cómo esta impresionante flor puede llegar a transformarse en el delicioso fruto que produce: el maracuyá o fruta de la pasión.
Me voy a poner muy botánica, aviso (pero me podéis preguntar todo lo que no os haya quedado claro abajo, en los comentarios :)).
Sobre la planta
La Passiflora es una planta trepadora perteneciente a la familia de las Passifloráceas (Passifloraceae si lo decimos en latín). También la conoceréis por nombres como Pasionaria, Flor de la pasión, Granadilla o Maracuyá.
El género Passiflora engloba varias especies cuyas flores presentan ciertas diferencias de forma y color, pero todas son igual de impresionantes. Las fotos que vais a ver hoy pertenecen a la especie Passiflora edulis, que es la que tengo en casa. Y también la que produce el maracuyá o fruta de la pasión que solemos encontrar en las fruterías.
Y si he decidido hacer este post es porque, aparte de una flor tremenda con un diseño que parece futurista, esta planta produce dos tipos de órganos que me chiflan: zarcillos y nectarios.
Zarcillos
Los zarcillos son órganos que emiten algunas plantas y que les sirven para agarrarse a superficies y trepar. No son exclusivos de las Passifloras pero, hasta donde yo sé, todas las especies de Passiflora los tienen.
Y me alucinan porque se amarran como si no hubiese mañana… y lo hacen a una velocidad pasmosa, os lo aseguro (aquí podéis ver un en acción en un time lapse que grabé a principios de verano).
Pero, no contenta con esto, la Passiflora produce otro tipo de órgano “extra” que también me vuelve loca y que la convierten en una planta irresistible para muchos insectos.
Nectarios
Los nectarios son glándulas que producen néctar y tampoco son exclusivos del género Passiflora. Normalmente se encuentran en las flores y su finalidad es producir este preciado líquido azucarado y atraer así a los polinizadores hasta el órgano reproductor.
Pero esta planta también produce nectarios fuera de sus flores. Se llaman nectarios extraflorales y os aseguro que están cotizadísimos. Y es que, mi Passiflora edulis, es sin duda una de las especies más transitadas del jardín.
Y así fue como descubrí estos nectarios, parándome a observar a qué se dedicaban todos esos insectos que revoloteaban a su alrededor… En este vídeo que grabé para el Club Verdópolis podéis ver de cerca los diferentes tipos de nectarios que presenta esta planta y cómo beben de ellos algunos de los insectos que pululan por mi jardín 🙂 (lo que brilla en la foto es el néctar, por cierto).
Pero vamos con la estrella indiscutible. La reina de la extravagancia vegetal: la increíble flor de la Passiflora.
La flor
Esta flor es tremenda. Y, aunque parece una “flor rara” si nos fijamos bien, contiene todas las partes estándar de una flor hermafrodita. Aunque tiene un extra que, desde mi punto de vista, es lo que le da la calidad a la película. Pero empiezo por el principio.
La flor de la Passiflora está formada por 5 sépalos y 5 pétalos que pasan bastante desapercibidos. La mayoría de las plantas que conocemos utilizan sus vistosos (y a veces olorosos) pétalos para atraer a los polinizadores. Pero la Passiflora ha desarrollado una estructura floral extra para este cometido: una corona de filamentos con un diseño espectacular que me imagino que no debe de pasar desapercibida para las abejas y otros insectos responsables de su polinización (esos ricitos blancos y morados que se ven en la foto).
Estas 3 estructuras: sépalos, pétalos y filamentos tienen la función de proteger y atraer polinizadores hacia la joya de la corona: las estructuras reproductoras. Y, como se trata de una flor hermafrodita, encontramos una parte masculina y otra femenina.
La parte masculina
Su parte masculina está formada por los estambres que, normalmente, están compuestos por dos partes: una estéril, el filamento, y una fértil, en la que se produce el polen: la antera. Y tiene 5. En la Passiflora, son especialmente grandes y llamativos y miran hacia abajo (fíjate en la foto, son esas 5 estructuras rectangulares que recuerdan a pantallas de televisión. El polen estaría en la cara que mira hacia la flor).
No lo sé a ciencia cierta, pero mi intuición plantil me dice que esto (lo de que miren hacia abajo) probablemente es una estrategia de la planta para que los polinizadores, al ir a chupar el néctar que hay en el fondo de la flor, se lleven una parte del polen adherido a su cuerpo.
La parte femenina
La parte femenina de las flores se llama pistilo o gineceo y, en este caso, está formado por un ovario (esa especie de aceituna que se ve en la flor), 3 estilos (los 3 tubos que salen del ovario) y 3 estigmas (la parte ensanchada de color púrpura que hay al final de cada estilo).
Si no estáis familiarizad@s con la flor, probablemente vuestra cabeza está a punto de explotar (sorry :)). Pero estas estructuras aparecen en la mayoría de las flores y la de la Passiflora es perfecta para empezar a familiarizarse con ellas. Esta primavera hemos hecho un buen repaso floral en el Club y los verdopolitas presentes han podido comparar estos órganos en varias de nuestras flores favoritas en una serie de videotutoriales que he denominado de «botánica total» (tulipán, amapola, magnolia…).
Y ahora vais a comprender la función que tienen estas partes y lo sumamente importantes que son para la supervivencia de la especie.
Polinización, fruto y semillas
La finalidad última de todo ser vivo es reproducirse, eso es así (bueno, voy a sacar al ser humano de este saco porque nosotros hace tiempo que dejamos de regirnos por las leyes de la Naturaleza ).
Pero las plantas sí que tienen este objetivo final. Y para que haya vástagos necesitan que la semilla se forme. Y esto sólo ocurre si se produce la polinización.
¿Y qué tiene que pasar para que la polinización tenga lugar?
Pues que el polen de una flor entre en contacto con el estigma de otra flor y baje por el estilo hasta el ovario para fecundar los óvulos que contiene.
Si esto pasa, empezarán a formarse las semillas que quedarán bien protegiditas por un fruto muy carnoso y agradable: el maracuyá que las mantendrá a salvo hasta que estén listas para caer al suelo, germinar y dar lugar a una nueva planta.
Y aquí se cerraría su ciclo :).
No quiero despedirme sin contaros que la llegada de esta planta a mi casa ha marcado un antes y un después en mi manera de trabajar. Y es que, tiene tantas partes interesantes que con ella decidí que mi manera de crear contenidos tenía que cambiar. Necesitaba poder dedicarle tiempo, observarla y analizar cada una de esos procesos que damos por supuestos. Esta planta (como muchas otras) podría hacer correr ríos de tinta, pero tendemos a quedarnos en la superficie. Y a mí lo que realmente me gusta es profundizar. Así que creo que puedo decir que la Passiflora me ha ayudado a terminar comprender cómo crear al ritmo de la Naturaleza (y no al que nos imponen las redes sociales). Y le estoy tremendamente agradecida por ello :).
¿Qué es?
Para terminar, os dejo esta última foto de una de las partes de mi Passiflora a la lupa microscopio, que es bastante paradógica porque digamos que es lo contrario de lo que parece.
¿Se os ocurre de qué podría tratarse? Si os atrevéis a tiraros a la piscina, os espero en los comentarios :).
Si la cuiriosidad os puede, en el videotutorial del Club Verdópolis sobre la Passiflora (que en realidad son dos) tenéis la respuesta. Allí también podréis ver un montón de imágenes a todo detalle en formato vídeo que no cabían en este post. Y descubrir de dónde viene su nombre. Una historia que tiene mucha, mucha tela… avisad@s quedáis :).