Un jardín vertical de capuchinas en mi terraza
Estas dos baby capuchinas van a cubrir parte del muro que tienen detrás. Me apetece especialmente verdopolizar este rincón de la casa porque está en la parte frontal de la terraza y así veré flores desde la galería mientras trabajo. Iré añadiendo fotos con los avances para que veáis qué tal funciona esta idea.
La capuchina es una planta rastrera que crece muchísimo. Si la pones en altura y le gusta el sitio, puede llegar a formar auténticas “cabelleras”. Crece mejor con algo sombra y florece un montón, así que creo que esta pared será idónea para ellas porque no recibe mucho sol.
Una planta útil en el huerto urbano
Los que me conocéis, sabéis que tengo debilidad por esta planta. De hecho, le dediqué uno de mis primeros posts. Es una de mis grandes aliadas en el huerto urbano porque atrae a la mariposa de la col ahuyentándola de mis queridas kales. Como ya he comentado en más de una ocasión, prefiero que se coman la capuchina porque crece muy rápido y no me importa perder unas cuantas hojas. Sin embargo, mis kales, las quiero enteritas. Las flores, hojas y semillas de la capuchina son comestibles, así que un punto más a su favor. Suelo plantarla dentro de la mesa de cultivo, en uno de los bordes, para permitir que caiga hacia abajo. Pero creo que el nuevo lugar que he elegido estará suficientemente cerca de la mesa como para que siga cumpliendo su función atrayendo a la mariposa de la col.
Esta vez, he querido sacar partido de la belleza de esta planta y hacerla protagonista de mi terraza.
*Nota: cuando escribí este mini post, las capuchinas acababan de germinar. La imagen principal de las baby capuchinas es del 5 de abril de 2018. Las fotos que veis a continuación las hice dos meses después.
Las lecturas de un minuto son extractos adaptados de algunas de las reflexiones que hago a través de las redes sociales. Si quieres vivir el día a día de lo que pasa en Verdópolis, síguenos en Instagram.